¿Alguna vez
habéis oído hablar de las Ciudades Educadoras?, ¿sabéis si vuestra ciudad está
dentro de las Ciudades Educadoras? Y si es así, ¿qué conlleva ser una Ciudad
Educadora?
Pues bien, la Ciudad Educadora es una red de
ciudades, fundada en Barcelona en el año 1990. Es una iniciativa civil, cuyo
fin es cumplir una serie de objetivos y actividades. Como por ejemplo, el
objetivo de que todos tengamos derecho a una Ciudad Educadora.
Por tanto,
el primer capítulo o principio de la Ciudad Educadora es: El Derecho a la
Ciudad Educadora. Con esto se pretende hacer ver que no sólo la escuela es la
que nos educa sino que también nos educan las políticas que hay en nuestra
ciudad, que en cierto modo pueden favorecer o entorpecer nuestra educación. Nuestra
ciudad debería potenciar nuestras habilidades y no poner obstáculos como por
ejemplo barreras arquitectónicas. Porque cuando hay barreras físicas se está
impidiendo el acceso a la participación ciudadana, limitando la educación.
Otro
objetivo al que se comprometieron todas las ciudades que se incluyeron como
ciudades educadoras en el año 1990 aparte de eliminar las barreras
arquitectónicas fue el de fomentar la igualdad, una educación sin
discriminación, favorecer la igualdad de expresión, la diversidad cultural y el
diálogo en condiciones de igualdad.
Además
fomentará el diálogo entre generaciones no sólo como una fórmula de convivencia
pacífica sino como una búsqueda de proyectos comunes y compartidos entre grupos
de personas de edades distintas.
El municipio
también deberá centrarse en unas determinadas competencias y hacer estudios
para saber sus necesidades y de este modo tener en cuenta a los ciudadanos, su
participación y sus propuestas.
Todos estos
objetivos recogidos en este primer capítulo son muy importantes para la
educación social ya que la figura del educador social puede llevar a cabo
proyectos teniendo en cuenta tanto a la ciudad como a sus ciudadanos. Que es lo
que se pretende con las Ciudades Educadoras.
El segundo
capítulo o principio es el Compromiso de la Ciudad, ¿A qué se comprometen como
Ciudades Educadoras?
Lo primero a
lo que se comprometieron fue que la ciudad ha de saber encontrar, preservar y
presentar su propia y compleja identidad. En Barcelona a raíz de este
compromiso se hizo un estudio para ver que lenguas se hablaban. El objetivo era
por barrios ver que lenguas se hablaban y llevar a las bibliotecas de esos
barrios revistas, materiales… escritas en esas lenguas. Ya que en la escuela no
se hablan se pretendía que se hablaran y se escribieran en centros cívicos,
bibliotecas… para que no se perdieran y que gente que quisiera aprenderlas
también podía hacerlo.
Además se
comprometen a fomentar a fomentar la participación ciudadana pero no sólo
eligiendo sino trabajando, porque el problema es que la gente no sabe
participar. Porque participar no es sólo ir a votar cosas, participar es mucho
más. Aquí el educador o educadora social tiene una función importante, la función
de mediación. Es importante que el educador sepa enseñar a participar, pero
¿cómo un educador enseña a participar? No realizando actividades ni montando
talleres sino que hace de puente, poniéndose en contacto con otras
organizaciones, acompañando…hace de mediador.
El gobierno
también se compromete en invertir en arte, en cultura… deberá dotar a la ciudad
de equipamientos públicos, espacios y servicios adecuados para el desarrollo
personal, social, moral y cultural de todos los habitantes, prestando atención
a la infancia y juventud.
La ciudad
deberá garantizar la calidad de vida de todos sus habitantes y tener un
proyecto educativo de ciudad.
El último
principio o capítulo se refiere al Servicio Integral de las Personas. ¿Qué
estar al servicio integral de las personas?
Crear redes
entre ciudades, asociaciones y entre gente.
La ciudad
procurará que las familias reciban la formación que les permita ayudar a sus
hijos a crecer y a aprehender la ciudad dentro del espíritu mutuo. ¿Por qué un
niño tira los papeles al suelo? Porque en su familia probablemente lo hacen, si
sus padres tiran los papeles al suelo y el niño hace lo que ve.
La ciudad
ofrecerá a sus habitantes la perspectiva de ocupar un puesto en la sociedad.
Además las
ciudades deberán ser conscientes de los mecanismos de exclusión y marginación
que les afectan y de las modalidades que revisten y desarrollarán las políticas
de acción afirmativas necesarias. Una ciudad debe invertir en exclusión porque
esto no es un gasto sino una inversión para el futuro.
La ciudad
también estimulará el asociacionismo como forma de participación y
corresponsabilidad cívica. Y el municipio deberá garantizar información
suficiente y comprensible e invertir a sus habitantes a informarse.
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