viernes, 11 de abril de 2014

La Pedagogía Social en la vida cotidiana

¿Cómo educamos a un ciudadano? Un ciudadano no es solo el que cumple las normas cívicas, un ciudadano es mucho más.

¿Cuándo uno es sujeto y cuándo no lo es? Uno es sujeto cuando tiene voz propia, cuando  tiene obligaciones, y por tanto, unos derechos, cuando puede gestionar su propia vida… No soy sujeto porque lo diga sino por las funciones que desempeñe. Como cita Caride: “Ser ciudadano tiene sentido con una serie de características. Tener derecho, disfrutar de sus libertades y de las responsabilidades que éstas compartan para cualquier convivencia que se proclame democrática, iniciativa de cada persona para proveer una mejor calidad de vida…” Muchas veces confundimos ser clientes con ser sujeto.

Como ciudadanos nos limita la ley del lugar del en el  que vivo pero no sólo la ley, tenemos otra serie de limitaciones como el entorno social, lleno de tradiciones, costumbres, formas de ser y de hacer…, además nuestras autolimitaciones, limitaciones que nosotros mismos nos ponemos, son las más duras y vienen derivadas de esas otras (derechos, leyes y entorno).
Desde la educación social cuando educamos a alguien para ser sujeto tenemos que educarlo para que sea crítico. Como objetivo educativo busco la capacidad de iniciativa.

¿Por qué la educación social tiene que ocuparse de la cultura? Porque la cultura y el arte son dos vías para pasar de las redes economicistas, además la cultura nos aporta identidad, lo que nos gusta puede ser o algo espontáneo o algo que alguien te haya incitado a que te guste, a hacerlo; como por ejemplo si de pequeño tus padres te llevan a conciertos y te llevan a clases de música, es muy probable que en la actualidad te guste la música y que tengas iniciativa de aprender a tocar un instrumento.

Como educadores o educadoras sociales hay que contribuir para que se pueda producir este proceso, ya que es importante sacar a la luz las potencialidades de cada persona, lo que les hace disfrutar.

¿Y por qué la cultura y el arte? Porque ambas son herramientas con un alto nivel de aprendizaje, el futbol por ejemplo tiene un nivel de aprendizaje más limitado.
El autor define que la cultura le permite encontrar otros significados a la vida y experimentar otras experiencias.

Desde la educación social tenemos que pensar como contribuimos para que eso pueda producirse. Si trabajamos como educadores sociales y tenemos recursos como saber bailar, pintar, escribir… esos recursos los podemos utilizar.
La cultura es la que me deja salirme de mi realidad estrecha y abrir mi abanico.
Desde la animación sociocultural trabajar por ejemplo la literatura con un niño que sus padres se acaban de divorciar es difícil, pero si puede ser una puerta. Desde lo educativo cuando un niño o niña tiene un conflicto se trabaja con la cultura para tratar ese conflicto.

Se puede decir que la práctica ciudadana da lugar a aquello que llamamos sujetos, y estos sujetos tienen unas necesidades como son:

Como primera necesidad que tenemos está la axiológica, que es básica de subsistencia, de protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad.

Otra necesidad que tenemos es las existenciales, quiénes somos, atributos personales o colectivos como atributo sustantivo. Necesitamos relatos, aunque no sean ciertos, aunque no sean declarados, pero el ser humano necesita saber quién es, de dónde viene… Necesitamos estar anclado en un lugar, saber que pertenezco a algún sitio, las obligaciones que tengo, los roles que se me han asignado…
El hacer es otra necesidad, nuestros programas no tienen que reducirse a actividades, lo primero que tengo que saber es lo que voy hacer y por qué eso y no otra cosa.


Desde la animación sociocultural, cualquier proyecto no se puede empezar por las actividades porque si yo ya desde un principio diseño las actividades finales no hay participación de la gente. Lo que hace el educador o educadora social es ayudar a los grupos a conseguir esa actividad autónoma, que sea la gente quién imponga sus actividades a partir de sus necesidades. Pero muchas veces nos confundimos, o el educador diseña o el educador hace lo que la gente dice pero esto a veces es negativo porque muchas veces la gente dice lo que ya conoce, no nos van a decir lo que no conocen. Y nuestro trabajo educativo debe ser que la gente conozca más cosas y que le guste. 

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