El festival de Morille (Salamanca),
conocido como el festival del Pan, es un festival que se reconoce también con
el nombre “La aventura del saber”, ya que, trata sobre poesía y arte de
vanguardia en el medio rural; éste está organizado por un colectivo de
creadores de Sevilla, Cádiz y Huelva desde 2003, el colectivo vulgarizarte,
porque creen que en los vulgar puede estar el arte.
Este colectivo utiliza formas
tradicionales, más cercanas al colectivo general, para que participen en el
arte contemporáneo. Esto a su vez, es una crítica a la inaccesibilidad
artística moderna., que cuenta con profesionales, poetas y artistas, que no
tiene ni quieren una infraestructura, ya que pretenden vivir en el pueblo, con
sus cosas.
Manuel Ambrosio, alcalde de
Morille, cuenta que el Pan es de manera directa tocar el arte y la poesía de
vanguardia, es promocionar el pueblo entre gente y artistas, por eso lo han
puesto como las segundas fiestas del pueblo. Manuel añade que el festival se
celebra con carácter transformerizo, y que hay una gran presencia de autores de
Portugal, siendo éste su segundo año, aunque del festival sea la novena
edición.
Alguna de las actividades que se
desarrollan en este festival de cultura son :
- Recital poético situado en el anfiteatro de la fuente, donde se hace una poesía diferente.
- Alto teatro en la tenada municipal.
- Canción del verano, crear diferentes personas del pueblo pareados y luego el que sería el cantante unirlos y hacer una sola canción.
- Poesía como canción, hace referencia a cantar como el pueblo, es decir, poesía del hoy con el cantar de siempre.
- Recital para toro mecánico en la tenada municipal, mientras que la gente se sube a un toro mecánico un poeta recita una poesía.
- Esculturas sonoras, Ruminagen, un antiguo telar del siglo XVIII- XIX, convertido en una caja de música.
- Exposición de fotografías de un fotógrafo portugués, Paulo Augusto Patoleia, presenta formas de estar de la generación más mayor ya que le da mucha importancia.
- La huevera, es una revista objeto de huevera, que consiste en la presentación de huevos de cerámica, donde los poetas intervienen, también fotógrafos ceramistas; sólo sacando dos números al año con 12 ejemplares.
- Dibujar peces en piedras y ponerlos en el arroyo seco; las niñas piden al pueblo que quieren peces, y esto lo desarrolla mediante la petición de participación a toda persona que pase por el arroyo y quera dibujar.
Carlos d’Abreu, poeta portugués,
participante de este festival, incita a sus conocidos a que acudan a este
proyecto, ya que muchos de ellos solo creen que
la cultura es posible con grandes infraestructuras “Se puede hacer mucho con poco
dinero, aprovechando la naturaleza, como sentarse en una piedra y recitar
poesía...”.
Luis Felipe Comendador, poeta y
escritor, presenta en Morille El club de
los corazones solidarios, proyecto que consiste en unir la literatura y la
cooperación. Se trabaja con Perú, Senegal y Gambia. En este caso se intenta
operar a un niño de Perú de una malformación congénita, apoyado mediante la
colaboración de los textos por parte de los poetas, y de las ilustraciones por
parte de los artistas.
María José Gil, concejala, cuenta
que se acordó hacer una bandera a mano para la representación de las fiestas,
para unirla con la bandera del país vecino, el pueblo hermano, Portugal. Esto se
hizo con la colaboración de las mujeres del pueblo y todo el que quiso,
haciendo una bandera blanca según las pautas del promotor de la idea, Antonio Gómez,
con 48 trozos de tela significativos para las mujeres.
Se puede añadir para finalizar, que una de las partes más características
de este festival es el cementerio artístico, el cual tiene un significado
particular, como contenedor y organizador de las ideas pronunciadas, llevadas a
la realidad; esto es llevado a cabo por el director del Pan, Fabio R. de la Flor , aunque la idea real
partió de Domingo Sánchez Blanco y de Fernando Castro Flores, intentando hacer
un cementerio de arte, donde se fueran enterrando obras de arte a lo largo del
tiempo. Este cementerio comenzó con las ideas de enterrar las cenizas de Pierre
Klossowki y de enterrar un coche del 1973 perteneciente a Javier Utray
vinculado a todas las vanguardias españolas. Con el comienzo de la fundación
aumentan las ideas, determinando después el foque o desenfoque de artistas que
se van a ir acumulando. Por tanto, se puede decir que el sentido que adquiere,
es el de dimensión de la posteridad, donde es importante la imaginación.